Existe todo un mercado del que la mayoría de nosotros no somos conscientes. En este mercado es donde realmente se crea la cultura.
Donde la gente intercambia marcadores de estatus entre sí todos los días.
La mayoría de estos marcadores de estatus son de naturaleza simbólica. No son recursos tangibles, sino que funcionan como una moneda simbólica que la gente adquiere e intercambia para ganar miembros, prestigio y poder en las comunidades en las que viven. Estos marcadores de estatus son lo que denominamos capital simbólico (término acuñado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu).
El capital simbólico determina las fuerzas que impulsan su categoría o negocio en la actualidad. Y lo que es más importante, también determina el futuro de su categoría. En mi reciente ponencia en el TMRE, desgrané el concepto de capital simbólico y hablé de cómo se pueden identificar las formas de capital que impulsan el negocio y utilizarlas para predecir el futuro a corto y medio plazo. Utilizando ejemplos del comercio minorista, la alimentación y el cuidado personal, esbocé un marco para identificar y cuantificar el capital simbólico en cualquier contexto.
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